En esta ocasión, el protagonista fue el dulce de batata casero, convertido en exquisitas "empanadillas artesanales", preparadas paso a paso bajo la guía del cocinero "Ronald Coronel". Con paciencia, dedicación y mucha buena onda, Ronald compartió técnicas y secretos para lograr un relleno perfecto y una masa que enamora desde el primer bocado.
Durante toda la jornada, se respiró un ambiente de compañerismo: hubo mates circulando, risas compartidas y ese espíritu colectivo que transforma cualquier actividad en un verdadero disfrute.
Más allá de la receta, lo que se vivió fue una celebración de los saberes populares, de la cocina hecha en comunidad, del encuentro entre generaciones que buscan reconectar con los sabores de siempre, con productos naturales y con una forma de cocinar que cuida el cuerpo y el planeta.
Desde ya, agradecemos profundamente a todas las personas que se sumaron con entusiasmo, ganas de aprender y de compartir.
¡Nos llevamos mucho más que una receta: nos llevamos momentos que alimentan el alma!
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