María Eugenia Farías, reconocida bióloga y ex científica del CONICET, es una de las principales investigadoras del proyecto y explicó que estos microorganismos extremófilos prosperan en ambientes extremos como salares, lagunas y volcanes de la puna. Además, destacó su relevancia histórica, ya que están asociados a estructuras llamadas estromatolitos, los seres más antiguos que poblaron nuestro planeta hace miles de millones de años y contribuyeron al desarrollo de la vida tal como la conocemos hoy.
El Gobernador expresó la importancia del descubrimiento y el compromiso del Gobierno Provincial en el fomento y desarrollo de investigaciones de este tipo, destinando fondos del fideicomiso de regalías mineras al Centro de Desarrollo Científico, Tecnológico y Productivo de Catamarca (CEDECITCA).
El estudio de estos microorganismos, llevado a cabo durante más de 15 años, arrojó un nuevo conocimiento: su potencial aplicación en la agricultura. Estas bacterias, que sobreviven en condiciones extremas de la puna, pueden ayudar a mejorar los rendimientos en los cultivos más importantes de Argentina, como la soja, el trigo, el maíz, los porotos y el algodón, incluso en suelos menos fértiles y con escasez de agua.
Con el fin de aprovechar este descubrimiento, María Eugenia Farías y otros científicos fundaron la empresa "Puna Bio". Han llevado a cabo pruebas que demuestran cómo los extremófilos aumentan los rendimientos de la soja de manera consistente, no solo en suelos fértiles sino también en ambientes desafiantes.
En el año 2022, "Puna Bio" lanzó su primer producto comercial, logrando extenderse a más de 40.000 hectáreas en todo el país. Además, están llevando a cabo ensayos en Brasil y Estados Unidos para introducir este y otros productos en el corto plazo.
El impacto de este hallazgo va más allá de lo científico, ya que tiene un valor económico significativo para la provincia de Catamarca. Mediante un acuerdo con "Puna Bio", la empresa se autoriza a realizar actividades de bioprospección e investigación en la región de la puna catamarqueña, lo que contribuirá al desarrollo sustentable del agro. La puesta en valor de la biodiversidad de la puna es esencial para proteger este patrimonio biológico, y la promoción de la ciencia juega un papel fundamental en este proceso.
El descubrimiento de estos microorganismos extremófilos en la puna catamarqueña abrió un prometedor horizonte para la sustentabilidad en alimentos y agricultura. El conocimiento obtenido de estos seres ancestrales y su aplicación en la producción agrícola auguran un futuro más sostenible para la región y el país.
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