Estos últimos días, los catamarqueños, gran parte de los argentinos en realidad, sufrimos el calor, y es en esos momentos cuando aparecen las fallas en el sistema eléctrico de todas las provincias.
En esos días de mucho calor, los consumos eléctricos aumentan, y los sistemas eléctricos trabajan a su máxima potencia, conduciendo la energía que se consume en los hogares de los usuarios.
En ese preciso momento, por el calor reinante y las altas temperaturas que levantan los cables conductores, es cuando los aisladores de porcelana se rajan. Es el problema más común de estos días, y el problema aparece cuando hace más calor y se necesita más energía.
En un sistema eléctrico de alta tensión, los aisladores son los elementos que cumplen la función de sujetar mecánicamente al cableado de la línea, por donde se lleva la energía a los hogares, manteniéndolos aislados de tierra.
Loa aisladores más usados, por su durabilidad, son los aisladores de porcelana, que es un material especialmente resistente a compresión.
Pero si la porcelana garantiza la aislación necesaria, porque brinda la seguridad de no electrificar columnas que están en la vía pública, trae aparejado el problema que cuando los cables que sostienen levantan temperatura, más el calor de la intemperie, la porcelana se parte, se raja.
Cuando eso pasa, los sistemas eléctricos, por seguridad, salen de servicio y hay que cambiar los aisladores de porcelana. No son piezas costosas, pero son imprescindibles. Cambiarlas demanda unos 30 minutos de trabajo para la gente de la EC SAPEM, pero para los usuarios que en esos momentos sufren el calor, son 30 minutos eternos.
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